domingo, 24 de enero de 2021

Sobre impuestos y youtubers yendose a Andorra

 Buenas tardes.

Si, vuelvo por estos lares, como no, cargado de mierda hasta los ojos. No podría ser de otra manera, claro. Y bueno, tal y como pone en el título, ya deberías saber de que va a ir la cosa, por lo que al ajo.

En fin, como todos sabréis ya, ElRubius se pira a Andorra a ahorrase unos dineros, a esquiar y no se... A aprender catalán, que fijo que le abre algunas puertas en el futuro. Este hecho, ha levantado en Twitter sobre todo, y en medios tradicionales aunque un poco menos, una ola de mierda de magnitudes no muy comunes entorno a la figura de los impuestos. Dicha ola no ha tenido solo un discurso, sino varios, y éstos han sido lo realmente interesante de todo lo sucedido.

Desde gente que pedía subir más los impuestos, a gente que pedía mantenerlos, otros bajarlos, hasta algunos otros que pedían prácticamente eliminarlos. Esto, obviamente, es un pequeño resumen, pero hubo de todo un poco, al gusto del consumidor. ¿No te gustan los funcionarios? Que les bajen los sueldos para bajar los impuestos. ¿No te gustan los ricos? Que les suban los impuestos a estos para tener mejores servicios, por ejemplo. Y así, podríamos estar prácticamente de forma indefinida. Todo lo anterior, también de forma obvia, acompañado de la discusión de ciertos conceptos como presión fiscal, carga fiscal, esfuerzo fiscal, etc.

En resumidas cuentas, el grifo de mierda que se abrió no fue del todo normal, nada extraño para ser Twitter, las cosas como son. Pero esta vez algo era diferente ¿por qué? Pues simplemente porque a la discusión se sumaron una cantidad ingente de influencers de todo tipo, clase y color, hasta el punto que, como decía antes, esta "trifulca" llegó incluso a noticiarios y tertulias de televisión.

O sea, se sumaron muchos influencers, muchísimos más de los que deberían de esperarse. Desde el de "¡Son robots, Barbe, son robots!", pasando por gente como "wtf, gente", Papá oso, el imitador de vegeta de Dragon Ball, el de "la lechuga está pocha"; hasta el que te enseña como sumar 2 + 2 el día de antes del examen. Es decir, se lió bien parda.

Y bueno, os estaréis preguntando a que he venido yo aquí exactamente, y como es obvio vengo a criticar, después de estar inmerso en la discusión durante algunos días, los puntos más llamativos respecto de lo que yo he podido sacar en claro.

Antes de nada, tengo que decir contra que voy, que en este caso serían las posiciones para mi gusto más cómodas. Estas serían, por un lado, la de 'poner los impuestos en España al nivel de Andorra o menos' y, por otro lado, la de 'dejarlos como están o subirlos, aunque se desperdicie dinero, porque hace falta para los servicios'.

Estos son puntos de vista prácticamente antagonistas y que, he de decir, son muy apetecibles a la hora de alinearse con alguno de ellos. O sea, recogen casi perfectamente la esencia de los tipos de pensamientos mayoritarios entorno a los impuestos, pero todo lo que hacen bien a la hora de atraer, lo hacen mal a la hora de entender y atajar el problema. Es decir, rehúyen del mismo. No es como si este fuera fácilmente solucionable, pero darlo por perdido sin tan siquiera plantar batalla... Es como poco triste.

El problema en cuestión creo que es obvio, pero no es otro que el hecho de que en España se desperdicia muchísimos recursos en cosas que no tocan. Unas veces porque nadie se entera de donde un tercero mete la mano, otras porque se gasta dinero en políticas sencillamente inútiles (aunque extremadamente necesarias para aquellos que las apoyan, por cierto) y otras porque al no tener alguien por encima que te pueda poner en tu sitio, se permiten demasiadas cosas y mucha relajación dentro de la administración, generando una ineficiencia crónica. 

Estos serían unos cuantos ejemplos que se me han venido a la cabeza que resumen de alguna forma lo que pasa. Pues bien, este es el problema a atajar. Este es el problema que ninguno de los postulados anteriores ataja, unos por presuponer que esta "corrupción" (aclaro que corrupción siempre habrá, pues es intrínseca al ser humano) se acabará diluyendo de alguna forma de seguir como estamos por algún extraño motivo que no logro entender, y otros por, literalmente, querer acabar con las moscas a cañonazos, es decir, muerto el perro se acabó la rabia. ¿El problema? Que el perro somos nosotros, por lo que... No es demasiado viable.

Y ahora es donde yo entro, tras decir bastantes tonterías por Twitter, ¿por que conformarnos con una de las dos posturas, pudiendo coger cosas de ambas? O sea, es cierto que existe una ineficiencia crónica en la administración española que no es precisamente de ayer por la tarde, también es cierto que los servicios y demás historias se mantienen a base de impuestos, así como que impuestos más altos implican menor atractivo tanto a empresas nacionales/internacionales para que arriesguen y que, por otro lado, tratar de competir por los ricos contra países como Andorra es sencillamente imposible.

Teniendo en cuenta estas (tal y como yo las estimo) certezas ¿no podríamos llegar al termino medio de querer bajar los impuestos a la par que se mantengan los servicios actuales? Entiendo que es posible, pero pasa necesariamente por mirarnos en un espejo y reflexionar sobre que somos y que estamos haciendo. No digo que sea un camino fácil, pero puestos a ser estrangulados a base de impuestos o a que nos quedemos sin los servicios que actualmente tenemos, es el camino menos malo.

 En resumidas cuentas, pasa por meter tijeretazo a todo gasto innecesario que tengamos, y no será porque no haya poco, teniendo en cuenta que de entorno a 472.660 Mill.€ (Presupuesto España 2019), se gastó incluso más. Esto, junto a otras medidas para meter en vereda a todo el sistema administrativo y, por qué no decirlo, al político dándoles a entender que suponen un producto que no estamos dispuestos a comprar.

Tal vez, muy seguramente, peque de ingenuo, las cosas como son. No digo que esto vaya a suceder tampoco por ciencia infusa, tiene que haber cierta conciencia colectiva que resulte en un apriete de tuercas, por así decirlo, de aquellos que deben de obrar el cambio, aunque sea a regañadientes. Esto, a ser posible, de la forma menos traumática posible.

Es por esto, que digo que es la vía menos mala, porque por un lado unos abogan por seguir como estamos, pese al riesgo de continuar la agonía hasta el infinito porque hay un sistema extremadamente bueno que hay que mantener, aunque lo de que el sistema sea bueno o malo depende de a quien se le lance la piedra. Y por otro lado, hay gente para la que pareciera que vivimos en una suerte de Cuba o Venezuela, donde apenas hay margen de error. Y no, aun falta hasta tocar suelo (y bastante), cosa que puede hacer que nos demos una hostia extremadamente fuerte. Habría que contar los disturbios sociales que supondrían que a mucha gente se le quite lo que entra en su casa de golpe y porrazo, al tener que meter un presumible tijeretazo general a todo el sistema por la falta de liquidez. ¿Puede ser que a la larga se estabilizara la cosa? Puede ser, pero hasta llegar al largo término, primeramente se debe de pasar por el corto y medio plazo, contando con que hay muchas pensiones que pagar y otros muchos gastos que se deben de pagar, porque no son malgasto per se. Hay que tener esto muy en cuenta, el simple gasto corriente, vaya.

Y bueno, por lo que abogo es por un cambio progresivo, centrado en atajar el malgasto y la ayuda a las pymes y autónomos, no tanto por darles ayudas económicas que luego tengan que devolver, sino por no darles más por culo del que se les debería de dar. Esto, a la par de que se mantengan el grueso de servicios esenciales como lo son la sanidad, educación, justicia, policía/militares, etc. Y esto pasa NECESARIA E INQUISITIVAMENTE por que a la gente se le meta en la cabeza que cada euro desperdiciado, debería ser como una puñalada trapera tal y como pasa ahora mismo con que la gente (generalmente políticos y altos cargos variados) se cuele en el orden de ponerse las vacunas, por ejemplo.

Y no se, entiendo que habré dicho bastante tonterías, por lo que por aquí lo dejo y eso. Ta lue.



Rayd