domingo, 26 de abril de 2020

Sobre cuarentena, responsabilidad y demás historias

Pues bien, por aquí estamos de nuevo. Ahora mismo poco o nada tengo que hacer, aunque si debería de estar haciendo ciertas cosas... El caso es que con todo esto de que los niños puedan salir a la calle y las distintas fotos que se han ido publicando de cierta gente llamada por otros como irresponsables, ha hecho que esté finalmente por estos lares.

En twitter no puedo explayarme tanto en mis ideas, y en este caso, se está montando algo para lo que necesito explayarme mucho. La que se está armando es un lío de tres mil pares de cojones entre la responsabilidad, el gobierno, las multas, la gente encerrada, el tiempo que llevamos de cuarentena, la cultura española (lo extrovertido, la picaresca y las ganas de azotarnos diciendo que somos un pais de pandereta), etc.

Todo lo anteriormente mencionado creo que conforma el sueño húmedo de cualquier filósofo al que le gusten los rompecabezas. Obviamente, no intento meterme en la piel de uno, pues ni lo soy ni lo intento, simplemente quiero decir que la maraña que se está formando en España entre higos y pericos es bastante tocha.

Y me gustaría antes que nada decir que una cosa es lo que se debería de haber hecho y otra, confundir eso con lo que podemos hacer a día de hoy. Esto es algo que por ejemplo a mi me pasa, el hecho de decir "joder, llevamos mes y medio encerrados, deberíamos dejar que los niños se muevan un poco". Lo anterior es algo, en general, razonable salvo por el hecho de que para que esto pueda ser viable, previamente se deben de haber cumplido ciertos requisitos.

Aquí no hablo ni de responsabilidad ni de empatía ni mierdas similares, habló de qué podemos hacer en función de lo que nos podemos permitir. Si desde primera hora se hubieran hecho las cosas correctamente, muy probablemente esto de dejar a los niños salir podría ser una idea interesante, pues la sustentaríamos en datos, que aun teniendo en cuenta que hay gente que va al ancho de su culo, nos darían cierta seguridad de tener las cosas bajo control. De hecho si se hubieran hecho las cosas bien desde primera hora, esto nos lo hubieramos podido permitir hace algún tiempo ya, pero somos mortales y no adivinos el futuro.

Es por esto que tenemos que ver que tenemos ahora mismo entre las manos y medir si nos podemos permitir lo de los niños en las calles, independientemente de que éstos estén subiendose por las paredes. ¿Tenemos al cuerpo sanitario bien cubierto de equipos para su protección? ¿Tenemos abundancia de material de protección para la sociedad civil? ¿Tenemos abundancia de test para el cuerpo médico y policial? ¿Lo mismo pero para la sociedad civil?

Se podrían hacer bastantes más preguntas, pero éstas son la base de todo. Si éstas fallan, no hay castillo de naipes ni planes a futuro que valgan, pues todo estará basado en suposiciones. Las respuestas a las preguntas anteriores y sus implicaciones serían la base de nuestros datos, a fin de cuentas.

 Es por esto que, aunque me gustaría muchisimo que los niños pudieran salir a la calle, no puedo decir sino que es una temeridad el que se haga, a día de hoy. Esto sin contar absolutamente nada mas, es decir, dejando de lado todo lo que decía hace 6 párrafos.

 Ahora si, sumando todo lo que digo en el susodicho párrafo, se te presenta una situación delicada aunque con exactamente los mismo datos, es decir, que no tenemos nada más allá de la gente que sale del hospital con los pies por delante (y esto entre muchas comillas).

Esa es nuestra realidad tras mes y medio encerrados, que tenemos poco o nada en lo que basar nuestra vuelta a la normalidad. Perdón, "nueva" normalidad.

Y es que son fuerzas que tiran cada una para un lado, entre lo que debería hacerse racionalmente y lo que no puede esperar más a hacerse, porque el mundo no se para ante nada ni nadie y el calendario, en el mejor de los casos, pesa ya demasiado. Este es el dilema de nuestros días, básicamente.

No podemos hablar de un segmento únicamente. Por ejemplo, la responsabilidad con el tema niños en la calle. No puedes hablar de ésta exclusivamente cuando tienes a una población cuya cultura es muy sociable encerrada con niños durante mes y pico, y bajo amenaza de multa de no cumplir con lo dicho. Es simplemente absurdo.

Pues eso se está haciendo hoy y no digo que no haya actitudes reprochables, pero me parece simplista decir que "vaya falta de responsabilidad". ¿Que coño esperaban que ocurriera tras todo lo mencionado hasta ahora en esta entrada? ¿Todos los niños y padres separados 2 metros con cara de solemnidad como si estuvieran haciendo una suerte de desfile militar? Por dios.

Es que esto era, es y será lo esperable casi en cualquier circunstancia teniendo en cuenta todo lo que ya he dicho antes. ¿Y está mal que pase? Por supuesto. ¿Es comprensible que pase? Tambien.

Pues este es el percal que tenemos en España a día de hoy. Basicamente, no hay margen de maniobra porque tenemos una oya a presión en las manos y no sabemos que hacer exactamente con ella. Una oya, por cierto, que pareciera que nadie quiere abrir en condiciones de seguridad pero de la que todo el mundo quiere comer, como es lógico.

Y bueno, esperaba decir algo más y de forma menos confusa, pero no doy mucho más de mi. Ruego mil perdones :3

En fin, aquí lo dejo y hasta otra xd





Rayd045



sábado, 18 de abril de 2020

Sobre Windows, Linux y el distro-hopping

Buenas, ya estoy por aquí de nuevo despues de bastante tiempo. Hoy quiero hablar acerca de mi experiencia usando, como dice en el título de la entrada, Windows y Linux, y además dentro de este segundo, el distro-hopping.

Tengo que decir que aunque tuve mis pinitos con Linux hace ya bastantes años instalando con más o menos exito Ubuntu en un PC viejo, hasta hace unos 6 meses yo venía usando Windows 10 Pro como el sistema operativo de mi ordenador principal. Ya desde tiempo antes venía usando sistemas Linux, Ubuntu sobretodo (y tristemente), en máquinas virtuales para el ciclo que estoy realizando actualmente (ASIR). La cosa es que por Octubre y ya que tenía dinerillo ahorrado, decidí buscar un buen portatil de segundamano para trastear en todos los sentidos, tanto en hardware como en software.

La cosa es que la adquisición de éste me permitió meterme de lleno en el mundillo de Linux y el distro-hopping. Pero primeramente ¿que es Linux y el distro-hopping?

Bueno, Linux en sí es solo una parte del sistema operativo, el kernel, por eso cuando nos referimos a Linux, generalmente hablamos de sistemas GNU/Linux. Este, dicho de forma un tanto rudimentaria, viene a ser una forma modular de hacer software gratuita y libremente, es decir, son sistemas formados por multiples modulos, que son gratuitos y cuyo código esta disponible para todo el mundo, por lo general.

Pues bien, bajo GNU/Linux, alias Linux, se pueden encontrar sistemas operativos de lo más variados y variopintos. De hecho hay sistemas que no llevan Linux como kernel, aunque ahí no entraré. Esta diversidad es la que consigue o facilita que se cree el hobby de distro-hopping.

Cada sistema operativo basado en GNU/Linux se le suele llamar distribución o distro, y bueno, la parte de hopping viene a decir esperanza. La esperanza de encontrar la distro perfecta y para ello se debe estar probando y cambiando casi constantemente de distribución. Pues eso es básicamente el distro-hopping.

En fin, y volviendo a donde me había quedado, tras adquirir el portatil empecé a probar toda clase de distribuciones, desde Arch, pasando por Manjaro, hasta Debian. Al final, la última fue la elegida, dado que le acabé dando un uso academico y buscaba sobretodo gran estabilidad. Con el uso de éste, aunque tiempo antes de adoptar Debian, quedé maravillado con Arch y su simpleza, así que acabé por darle un tiento en mi pc principal, desde el que ahora escribo.

Arch, de por si, puede ser algo inestable si no se sabe lo que se toca, y como yo no soy alguien muy de fiar a la larga en ese sentido, finalmente me decanté por Manjaro. Si bien es cierto que la configuración de todo es algo laboriosa, al final sienta bien saber que a eso le has echado horas y que, sobretodo, funciona.

Por configuración, por supuesto, no me refiero solo a la instalación, lo cual es coser y cantar. Me refería a coger mi PC y que pudiera hacer prácticamente lo mismo que hacía en Windows pero con Linux. Jugar, charlar con amigos, uso de perifericos como tabletas de dibujo o lectores de tarjetas, etc.

Y aquí está principalmente el encanto de Linux, el que te tienes que buscar la vida. Eso si, hay soluciones para prácticamente todo.

Y bueno, de esta forma estuve hasta hace poco, una semana y algo de hecho. Y la verdad es que tengo un sabor agridulce, porque me encanta Linux, ya sea Debian o Arch y derivadas (que a fin de cuentas son practicamente lo mismo). Pero hace cuestión de un mes, justo antes de empezar el confinamiento en España y ya que tenía previsto hacer mis practicas en el extranjero, decidí comprar un disco duro para mi portatil donde meter Windows, para evitarme cualquier tipo de problemas en el viaje, el LoL y Discord.

Para rizar el rizo, decidí probar con una versión que decían que traía practicamente 0 bloatware, la famosa Windows 10 LTSC. Pues bien, tras darle al portatil un poco de mantenimiento, abrirlo, limpiarlo un poco, cambiar pasta termica y tal, pasé a instalar la susodicha versión. Sorprendido fue poco.

Era mucho más fluida que como recordaba a Windows 10, y sobretodo, más que mi ya más que trayado Manjaro. De primeras se quedó ahí la cosa, aunque con el confinamiento y mi uso intensificado del PC por éste, acabé por instalar la LTSC en mi sobremesa también.

Y aquí llega el por qué hago esta entrada principalmente. ¿Que me hizo cambiar de nuevo? Recordemos que aún me apasiona Linux, aunque me de algun que otro quebradero de cabeza de cuando en cuando, pero para alguien que juega videojuegos en PC, usar Linux es un practico dolor en los huevos constante.

Crasheos de Discord, los juegos van como van (de mal) por no ser nativos y tener que usar wine, muchas más aplicaciones están tambien en pañales, etc. Son cosas con las que se puede vivir, si, pero que hay que estar dispuesto a convivir si, además, se tienen los conocimientos para lidiar con ellas. Si todo esto no fuera problema, que quiero creer que en un futuro la cosa estará mucho más equilibrada, Linux sería donde aún seguiría para jugar.

Ojo, hablo desde el punto de vista de "pc gaming", pero para un usuario medio Linux sigue siendo un maravilla. Lo digo por mi experiencía con Debian y mi uso diario de éste en el ciclo. Una autentica maravilla.

Pero claro, en lo gaming deja demasiado que desear, en practicamente todo. Lo peor probablemente sea la bajada de rendimiento, aun teniendo una gráfica AMD y no Nvidia, ojo.

Y bueno, simplemente quería dejar por las redes mi experiencia, por si a alguien le pudiera ser útil o por si de aquí a algunos años vuelvo y releo esto, poder decir que como ha cambiado la cosa. Que es lo que espero, de verdad.

En fin, que hasta la siguiente entrada xddd





Rayd045